sábado, 25 de marzo de 2017

Las ciencias auxiliares de la Historia

Las ciencias auxiliares de la Historia
1-  Debes realizar un resumen del material, identificando y explicando cuáles son ciencias auxiliares  de la historia.
2- Busca en el diccionario las palabras que no conozcas
3- Averigua en qué consiste  el método de carbono 14 mencionado en el material.
¿Cómo hacer un resumen?
Un resumen es buscar lo esencial de los hechos, personajes o ideas indispensables para la comprensión de un texto, eliminando todo lo demás.
1.      Lee silenciosamente el texto.
2.      Sepáralos en párrafos. Recuerda que cada punto aparte marca el término de un párrafo.
3.      Lee por párrafos subrayando ideas más importantes. Si es necesario escribe notas al margen que para ti sean importantes.
4.      Todo lo subrayado escríbelo en tu cuaderno.
5.      Ordena lo escrito y redacta el resumen tratando de ser claro, exacto, coherente y fiel a lo que vas a resumir.
6.      Revisa lo escrito y suprime los términos que no coscas, sustituyéndolos por uno conocido para ti.
El conocimiento histórico se logra  por medio de las fuentes y mediante la intervención o ayuda de otras ciencias consideradas auxiliares de la historia.
Las primeras ciencias que colaboraron con la historia para darle a ésta máximo rigor científico fueron la geografía y la cronología.
La geografía permite conocer el escenario del suceso histórico, y la cronología nos enseña a fechar, o sea ubicar en el tiempo los acontecimientos.
La arqueología investiga los restos materiales del pasado, monumentos esculturas, utensilios y demás objetos de uso corriente. Para ello, previamente  debe localizar el elemento histórico y muchas veces obtenerlo por medio de cuidadosas excavaciones. El problema fundamental de la arqueología  es el de la datación, o la determinación de la antigüedad de un objeto determinado. Para ello se ayuda de procedimientos técnicos modernas como la prueba de Carbono 14.
La geología estudia la tierra, las materias que la componen, su naturaleza, los cambios que ha experimentado desde su origen y su estado y ordenamiento actual.
La antropología  analiza al hombre  física y moralmente.
La economía al estudiar el hecho económico en el pasado informa sobre los fenómenos  de producción, tráfico, consumo y la distribución de la riqueza.

La demografía investiga la composición y evaluación de la población; recibe la importante colaboración de la Estadística que se vale de datos aportados por archivos municipales, registros parroquiales de nacimientos, casamientos y defunciones y censos de población.

jueves, 16 de marzo de 2017

¿Qué es la Historia?

Les dejo material extra que profundiza lo que vamos a estar trabajando en clase sobre la HISTORIA COMO CIENCIA...
¿Por qué estudiamos historia?
Conocer el pasado de la humanidad es una tarea apasionante.  La historia como estudio del pasado, busca entender el presente y abrir puertas hacia el futuro. Todos nosotros a partir del nacimiento, desarrollamos formas de vida social. Algunas de las costumbres que incorporamos son heredadas de generaciones anteriores; otras en cambio, se modifican y adaptan, y otras son nuevas. Nosotros mismos participamos en este proceso de trasmisión, modificación y creación de las costumbres. Algunas de nuestras costumbres son compartidas por personas que viven en la misma ciudad, departamento o país, e incluso en el extranjero. Nuestro presente es resultado de las experiencias de nuestros antepasados, transformadas y re elaboradas. Todos necesitamos conocer nuestro pasado para saber como hemos llegado al presente.
Para entender el presente la historia intenta explicar el pasado de las sociedades y qué elementos se mantuvieron y cuáles variaron a lo largo del tiempo. 
¿Qué estudia la historia?
La Historia estudia e interpreta la vida del hombre como ser social a través del tiempo y en diferentes espacios. La historia estudia todos los aspectos de la vida del hombre. Estudia la forma de gobernarse, de organizarse socialmente, de producir, así como la vida material (la alimentación, la vestimenta, la vivienda) y la vida espiritual del hombre (creencias, manifestaciones artísticas, forma de pensar).
¿Quiénes son los protagonistas de la historia?
La historia no tan sólo se ocupa de las grandes figuras del pasado y de los hechos políticos, sino también de los hombres y mujeres anónimos que hicieron posible también esos hechos. Por eso decimos que los protagonistas de la historia son todos los hombres.


"El protagonista de la historia es el hombre en sociedad. Son los hombres en una actitud que incluye a los héroes, y a los genios, ero también a los obreros, los campesinos y los indígenas." J. FONTANA Historiador español contemporáneo.

Este material fue extraído con objetivos didácticos del manual para primer año de ciclo básico:   Rosario Caticha entre otros, “Historia I. De la prehistoria a la Edad Media”, Santillana secundaria.

Para pensar.... 
1. ¿Cuál es la función de la historia?
2. ¿Podemos conocer el pasado tal cual fue?
3. ¿A qué se debe qué existan diversos relatos sobre el pasado?




martes, 14 de marzo de 2017

Sociedad Estamental

Una sociedad estamental 

Una sociedad estamental es aquella organizada en estamentos. En la del Antiguo Régimen éstos constituían grupos cerrados a los que se accedía fundamentalmente por nacimiento. Aunque podía haber alguna escasa posibilidad de trasvase de uno a otro grupo (ennoblecimiento por méritos, compra, etc), lo que caracterizaba esa sociedad eran la estabilidad y la inercia. A diferencia de la capitalista, dividida en grupos en función de su riqueza y, por tanto más variable y dinámica, la estamental era casi inmutable. Cada estamento se correspondía con un estrato o grupo definido por un común estilo de vida y análoga función social. Era impermeable, es decir, sus miembros no podían mudar de condición. Jurídicamente era desigual. Cada una de las personas que lo componía era portadora o no de privilegios, en función de su pertenencia a una u otra categoría. Los privilegios consistían en la exención de obligaciones (impuestos) y el derecho a ventajas exclusivas. Los duques de Osuna, retratados por Goya en 1788. Ampliar imagen Duques de Osuna El supuesto Cardenal D. Fernando Niño de Guevara, arzobispo de Sevilla en 1601 y miembro de la Inquisición. Pintura del Greco (1600-1601). Ampliar imagen Cardenal Había un estamento privilegiado en el que se incluían la nobleza y el clero y otro no privilegiado que englobaba en su seno al resto de los estratos sociales: burgueses, artesanos, campesinos y grupos marginales. Al estamento privilegiado se accedía (salvo en el caso del clero) por nacimiento o por concesión especial del monarca. A partir del siglo XVII cada vez se hizo más corriente que individuos burgueses alcanzaran el ennoblecimiento mediante la compra de títulos al monarca.  La rígida sociedad estamental entró en crisis a raíz de los cambios que fueron produciéndose a lo largo del siglo XVIII, que llevaron consigo el fortalecimiento de una burguesía rectora de gran parte de la economía.  La burguesía holandesa se enriqueció a lo largo del siglo XVII a través del comercio marítimo. A lo largo de ese siglo y el siguiente, en diversos países esa clase fue en ascenso, hasta que a finales del siglo XVIII tomó el poder en Francia.  No conforme sin embargo con su opulencia económica los burgueses fueron reivindicando también derechos políticos y prestigio social, algo que no estaban dispuestos a conceder los privilegiados. Esa discriminación empujará a la burguesía en ascenso hacia la acción revolucionaria cuyo objetivo será la destrucción de los privilegios feudales. A finales del siglo las contradicciones del sistema estamental se hicieron cada vez más patentes. Esto sucedió de manera especial en Francia, donde en 1789 estalló una revolución que abrió paso a otros tantos procesos que fueron desarrollándose a lo largo del siglo XIX e implicaron el fin del sistema feudal. Sobre las ruinas de la sociedad del Antiguo Régimen se erigió la sociedad capitalista.

Los privilegiados.

Los privilegiados estaban constituidos por el clero, los nobles y el rey. Tenían tres tipos de privilegios:
-privilegios fiscales: no pagaban impuestos
-privilegios jurídicos: no podían ser azotados, ni sometidos a tormento, y tampoco podían ser decapitados, pero si ahorcados.
-privilegios militares: la nobleza se reservaba los puestos de mando del ejercito, y sus bienes no podían ser embargados. Y se comportaban como reyes dentro de sus municipios, cobrando impuestos y teniendo leyes propias, a parte de la impuestas por el rey.
Para resumir los privilegiados: el rey les ofrecía esos municipios y mas cosas(dinero, esclavos. etc) a cambio de si fidelidad.
Los privilegiados, eran tales, por tener gran cantidad de municipios y grandes cantidades de tierra.
-Los territorios se podían conseguir por la gratificación del rey por haberle ayudado militar o financieramente. Este territorio se podía ampliar, si se disponía de una villa y de sus respectivas aldeas. Estaba gobernado pos el señor. Podía aspirar a ser una Casa Nobiliar, es decir, con un titulo de que eras el dueño de aquel terreno. Este titulo solo lo podía dar el rey, o mediante alianzas matrimoniales. Así se perpetuaba su poder.
-Otra forma era poner los bienes en Mayorazgo, es decir, que solo lo podía heredar el primogénito.
El clero. Eso era otro tipo de privilegiados. Tenia el diezmo, es decir, que se llevaba una décima parte de las rentas, que aunque pareciese poco, era una gran cantidad, con la cual podían mantener una organización eclesiástica que alcanzaba a todos los españoles.
Se dedicaban al socorro de los pobres, pero además también a la educación de la sociedad.
Los no privilegiados:
El estado llano, constituía el sector de los no privilegiados. Eran la mayoría de la población y agrupaba a personas muy diferentes, tanto por su condición económica como social.
La burguesía, clase predominante dentro del tercer estado y grupo económico más dinámico de toda la sociedad. Grupo separado del campesinado para convertirse en obrero, artesano, fabricante o comerciante. Se concentra preferentemente en las ciudades. Dentro de este amplio grupo social se podían distinguir los financieros y rentistas que habían medrado al servicio del rey y habían sido colmados de favores.
Campesinado, era el grupo más numeroso de la población del Antiguo Régimen.
Su condición es muy variada, en función de la situación jurídica de las personas y del reparto de la propiedad: campesinos libres y siervos.
Campesinos libres, en la mayor parte de la Europa occidental el campesinado era libre. Podían ser propietarios, arrendatarios o jornaleros.
Siervos, en la Europa central y oriental y en la España e Italia meridionales, los campesinos eran siervos vinculados a la tierra. Eran libres en teoría, pero estaban obligados a trabajar para el señor varios días a la semana. Sus condiciones de vida eran muy duras, marcadas sobre todo por las crisis de subsistencia.
LA SOCIEDAD DE CLASES.
Definición:
Un sistema de clases o sociedad de clases es una de as formas de estratificación social en el que la posición social de un individuo se determina mediante la adscripción a una clase social.
El origen del concepto de clase social se desarrolló en el siglo XIX.
Clase social:
sociedad.industrialClase social es una forma de estratificación social en la cual un grupo de individuos comparten una característica común que los vincula social o económicamente, sea por su función productiva o social, poder adquisitivo o económico o por la posición dentro de la burocracia en una organización destinada a tales fines.
La formación de un sistema de clases depende del hecho de que sus funciones sociales sean, independientemente de la existencia de una vinculación orgánica, mutuamente dependientes a un marco social mayor.
La sociedad de clases constituye una división jerárquica basada principalmente en las diferencias de ingresos, riquezas y acceso a los recursos materiales. Aunque las clases no son grupos cerrados y un individuo puede moverse de una clase a otra.

Pioneros de la Historia del Arte

Pioneros de la Historia del Arte

Pioneros en la Historia del Arte

El ARTE... lo complejo de su definición

“No existe, realmente, el Arte. Tan sólo hay artistas. Estos eran en otros tiempos hombres que cogían tierra coloreada y dibujaban toscamente las formas de un bisonte sobre las paredes de una cueva; hoy, compran sus colores y trazan carteles para las estaciones del metro. Entre unos y otros, han hecho muchas cosas los artistas. No hay ningún mal en llamar arte a todas estas actividades, mientras tengamos en cuenta que tal palabra puede significar muchas cosas distintas, en épocas y lugares diversos, y mientras advirtamos que el Arte, escrita la palabra con A mayúscula, no existe, pues el Arte con A mayúscula tiene por esencia que ser un fantasma y un ídolo. Podéis abrumar a un artista diciéndole que lo que acaba de realizar acaso sea muy bueno a su manera, sólo que no es Arte. Y podéis llenar de confusión a alguien que atesore cuadros, asegurándole que lo que le gustó en ellos no fue precisamente Arte, sino algo distinto.

En verdad, no creo que haya ningún motivo ilícito entre los que puedan hacer que guste una escultura o un cuadro. A alguien le puede complacer un paisaje porque lo asocia a la imagen de su casa, o un retrato porque le recuerda a un amigo. No hay perjuicio en ello. Todos nosotros, cuando vemos un cuadro, nos ponemos a recordar mil cosas que influyen sobre nuestros gustos y aversiones. En tanto que esos recuerdos nos ayuden a gozar de lo que vemos, no tenemos por qué preocuparnos. Únicamente cuando un molesto recuerdo nos obsesiona, cuando instintivamente nos apartamos de una espléndida representación de un paisaje alpino porque aborrecemos el deporte de escalar, es cuando debemos sondearnos para hallar el motivo de nuestra repugnancia, que nos priva de un placer que, de otro modo, habríamos experimentado. Hay causas equivocadas de que no nos guste una obra de arte. A mucha gente le gusta ver en los cuadros lo que también le gustaría ver en la realidad. Se trata de una preferencia perfectamente comprensible. A todos nos atrae lo bello en la naturaleza y agradecemos a los artistas que lo recojan en sus obras. Esos mismos artistas no nos censurarían por nuestros gustos.” Fuente: Gombrich, Ernst Hans. La historia del arte. Madrid. Editorial Debate, 1997.